"No te importo. No te interesa absolutamente nada de mí. Y no entiendo por qué me sorprende. Por qué sigo sorprendiéndome de vos, esperando como una IDIOTA, que regreses. Que me digas que te arrepentís, que me amas, que siempre lo hiciste, y que no podés dejar de hacerlo, aunque intentás, aunque intentaste, y seguís haciéndolo.. Patética yo, obligándome a creer que tus rechazos son parte de este juego, el juego del amor. También, buscando mil excusas para no aceptar la realidad. Huyendo de Vos, de mí, de tu recuerdo, del pasado que recuerdo ahora que no estoy con vos. Contaminé mi alma, con el sentimiento más impuro: AMOR. Amor falso. Amor de ficción, irreal; de un rato y nada más. De un cuento que no termina bien, mejor dicho, que nunca termina. O no pretendo que termine. No es mi intención cagarme otra vez la vida con otra persona, no es mi intención cagarle la vida a otra persona. No estoy orgullosa de mí, (mintiendo) al decir que no te amo. Lo estaría si pudiera superar-te. Si pudiera dejar de volver al pasado, y revivir-te. Te recuerdo siempre, y me hace daño. Me duele, me dueles. Me daña verme ahí rogándole amor a alguien que no tenía la más puta idea del significado del mismo." Llorándole cada noche, cortándome hasta el alma, destruyéndome por alguien que no tenía otro interés que SÍ mismo. Sos tan ambicioso, querés todo, TODO.. y todo lo tuviste. TODO me sacaste, TODO MI AMOR, T-O-D-O. Me alejaste de mí, me alejaste de mi familia, amigos, y demás. Apartándome del mundo, y obligándome a instalarme en otro mucho peor. Me refugié en tu corazón, que al parecer latía y latía de amor, y dolor.. claro, pasión por la plata y angustia de perderla. Vos eras mi mundo, mi almohada, me escondía en vos, lloraba con vos, reía y te amaba. ¿Te amaba? Amaba lo que creía que eras. Te habías puesto el mejor disfraz; mi príncipe, eras el típico héroe de cuento. El que daba sin esperar nada a cambio, el que amaba con el corazón, y NO con la mente. El hombre de mi vida, mi amigo, mi confidente, mi Dios. Por favor! De Dios debés tener la capacidad de convencer de humillar, de manipular, de amar y mentir. De mentir, y después amenazar. Ahora me vas a callar vos? No, querido. Te aviso, te anuncio que estás perdiendo. YOU lose, I win. Mientras vos te morís de bronca, y estallás de rencor, y odio desinteresado, yo gano. YO GANO FUERZAS PARA HABLAR. Para gritarle a Dios que alguien muy perverso, estaba plagiándole las ideas. Utilizando su nombre para engañar, y que las víctimas dejaran de creerte.